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Hace varios años, mi esposa y yo comenzamos a orar el uno por el otro y por nuestra familia a diario. Hemos hecho de este tiempo de oración un tiempo especial de comunión juntos. Ha sido la fuente más efectiva de poder y curación en nuestro matrimonio . Estos son algunos de los beneficios que hemos descubierto como resultado de años de oración diaria juntos:
- La oración crea unidad en nuestro matrimonio.
- La oración une nuestros corazones en la preocupación mutua por nuestros hijos.
- Al comunicarnos con nuestro Señor, mejoramos nuestra comunicación entre nosotros.
- La oración solidifica nuestro amor el uno por el otro.
- Unir nuestros corazones en oración es un buen ejemplo para nuestros hijos.
- Cuando oramos, ponemos nuestro matrimonio en las manos de Dios.
- La oración resuelve el conflicto.
- Esta comunión diaria mejora nuestra intimidad física.
- La oración diaria hace que crezcamos juntos espiritualmente.
La oración tiene tal poder de curación. Es difícil permanecer enojado cuando reza por alguien. La oración borra la amargura y el dolor y permite que el corazón se abra al amor de Dios. La oración puede cambiar la forma en que nos vemos, cuando comenzamos a mirar a través de los ojos de Cristo. La oración puede hacer una diferencia en la forma en que tratamos a nuestros hijos y a nuestros parientes. Más que nada, la oración honra a Cristo y lo convierte en el centro de nuestro matrimonio.
Da miedo comenzar el proceso de oración diaria. Muchos de nosotros queremos poder orar juntos con nuestro cónyuge o como familia, pero nos intimida porque tememos que digamos las palabras equivocadas y estamos seguros de que alguien se reirá de nuestra oración. Ese es un pensamiento normal y simplemente requiere cierta disposición para intentar (e incluso cometer algunos errores) comprender que Dios ama que crezcamos en esta área.
Orar en voz alta comunica tus pensamientos y sentimientos internos de una manera espiritual. Somos socios espirituales en este mundo antes de ser socios físicos. Lo espiritual siempre durará, pero lo físico pasará. A medida que obtenemos ese tipo de visión y entendimiento de nuestras relaciones en la tierra, nos da pensamientos como Dios y oraciones como Dios. Sé que el proceso de iniciar esta idea y darle vida en su hogar será intimidante, pero le aseguro que a la larga se sentirá encantado y agradecido de haber hecho el esfuerzo de hacerlo.
Recuerdo las palabras de una pareja que compartió conmigo que comenzaron a orar juntos . Aunque intimidado y asustado, realmente produjo un cambio significativo para su relación matrimonial y los ayudó a experimentar algunas intimidades nuevas que nunca antes habían ocurrido en su hogar.
Use estas sugerencias prácticas para ayudarlo a comenzar a orar juntos:
- Establezca un tiempo para orar. A pégate a ello.
- Se consistente.
- Leer una porción de las Escrituras o un pasaje de un libro devocional.
- Enfoque sus oraciones en un aspecto diferente de la vida familiar cada día.
- Hombres, toman la iniciativa de mantener este tiempo de oración.
Quiero que experimentes ese tipo de alegría en tu matrimonio y en tus relaciones familiares. Entonces, ¡adelante!
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