5 pasos para criar niños optimistas



Acababa de completar una sesión con Julie, de 17 años, quien sufría de depresión severa. Julie creía que era un fracaso total y que nunca podría cambiar nada en su vida. Julie también sintió que todos sus defectos eran culpa suya. Oración Para Limpiar  El Alma.

¿Y me pregunto, dónde,  adquirió una persona tan joven este pensamiento negativo y fatalista?


La respuesta pronto se hizo evidente cuando invité a sus padres a la sesión. Comenzaron a hablar sobre numerosos eventos de la vida y a explicar en la forma en que sus hijos aprendían. El automóvil, por ejemplo, quedó abollado porque no puedes confiar en nadie en estos días; La mamá le gritó a su hermano porque estaba de mal humor; No puedes avanzar en este mundo a menos que conozcas a alguien, etc. Oración Para Sanar Las Amarguras y Los Resentimientos.

Como padre, tu propio estilo de pensamiento siempre se muestra y tus hijos escuchan con atención.

La importancia del optimismo

¿Por qué debería querer que su hijo sea un optimista? Porque, como explica el Dr. Martin Seligman: El pesimismo (lo opuesto al optimismo) es un hábito mental arraigado que tiene consecuencias dramáticas y desastrosas: estado de ánimo deprimido, resignación, bajo rendimiento e incluso una salud física inesperadamente deficiente.

Los niños con habilidades de pensamiento optimista son más capaces de interpretar el fracaso, tienen un mayor sentido del dominio personal y pueden recuperarse cuando las cosas van mal en sus vidas. Oración por el hogar -  oración diaria.

Debido a que los padres contribuyen en gran medida a los estilos de pensamiento de las mentes en desarrollo de sus hijos, es importante seguir los siguientes cinco pasos para garantizar hábitos mentales saludables en sus hijos.

Cómo los padres pueden ayudar 


Paso 1: Aprende a pensar con optimismo de ti mismo. Lo que los niños ven y escuchan indirectamente de usted al dirigir tu vida e interactuar con otros influye en ellos mucho más de lo que intentas enseñarles.

Puedes modelar el optimismo para tu hijo al incorporar habilidades mentales optimistas en tu propia forma de pensar. Esto no es fácil y no ocurre durante la noche. Pero con la práctica, ¡casi todos pueden aprender a pensar de manera diferente sobre los eventos de la vida positiva, incluso los padres!

Paso 2: Enséñale a tu(s) hijo(s) que existe una conexión entre cómo piensan y cómo se sienten. Puedes hacer esto más fácilmente diciendo en voz alta cómo tus propios pensamientos sobre la adversidad crean sentimientos negativos en usted.

Por ejemplo, si está conduciendo a tu hijo a la escuela y un conductor lo interrumpe, verbalice el vínculo entre sus pensamientos y sentimientos al decir algo como que me pregunto por qué me siento tan enojado; Supongo que me estaba diciendo a mí mismo: ahora voy a llegar tarde porque el tipo que está delante de mí va muy lento. Si va a conducir así, no debería conducir durante la hora pico. Qué grosero.

Paso 3: Crea un juego llamado Atrapar pensamiento. Esto ayuda a tu(s) hijo(s) a aprender a identificar los pensamientos que revolotean en su mente en los momentos en que se sienten peor. Estos pensamientos, aunque apenas perceptibles, afectan mucho el estado de ánimo y el comportamiento.

Por ejemplo, si tu(s) hijo(s) recibió una calificación baja, pregunta: ¿Cuándo se calificó, qué se dijo a sí mismo?

Paso 4: Enséñale a tu(s) hijo(s) cómo evaluar los pensamientos automáticos. Esto significa reconocer que las cosas que te dices a ti mismo no son necesariamente precisas.

Por ejemplo, después de recibir el grado bajo que su hijo puede decirse a sí mismo de que es un fracaso, no es tan inteligente como otros niños; nunca podrá tener éxito en la escuela, etc. Muchas de estas afirmaciones pueden no ser precisas, pero son automáticas en esa situación.

Paso 5: Instruye a tu(s) hijo(s) sobre cómo generar explicaciones más precisas (para ellos mismos) cuando suceden cosas malas y utilícelas para desafiar los pensamientos automáticos pero imprecisos de tu(s)  hijo(s) . Parte de este proceso implica buscar evidencia de lo contrario (buenas calificaciones en el pasado, éxito en otras áreas de la vida, etc.).



Otra habilidad para enseñarle a tu(s)  hijo(s)  a ayudarlo a pensar de manera optimista es descifrar la situación que le ayuda a tu(s)  hijo(s)  a ver que el mal evento puede no ser tan malo o que no tendrá las consecuencias adversas imaginadas. Pocas cosas en la vida son tan devastadoras como tememos, sin embargo, las explotamos en nuestras mentes.

Los padres pueden influir en los estilos de pensamiento de sus hijos al modelar los principios del pensamiento optimista.

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